Los equipos de hoy viven situaciones que no deberían sufrir cuando se equivocan. Los castigos son inseguridades de los líderes y jefes que se asustan pensando - que va a ser de nuestro equipo o cómo se van a ver afectados los resultados si lo que sucede nos es frenado de inmediato -. Esta no es la estrategia actual aceptada por los equipos !!!
El castigo aplicado, viene acompañado de la vergüenza, de las etiquetas, del hacer sentir miedo. La propuesta es que el error o el mal comportamiento pueda transformarse en una oportunidad para lograr un verdadero cambio que conduzca al alto rendimiento y a la felicidad de las personas. Y acá es donde aparecen dos cosas muy importantes:
1. CONCIENCIA EMOCIONAL, si algún miembro de mi equipo se equivocó seriamente, el líder o jefe debe llegar a conocer qué sentimientos lo movilizaron para realizar esa conducta poco deseable. Los espacios de trabajo y de entrenamiento deben llenarse de términos emocionales que permitan reflexionar sobre que inspira, que creencias y qué impulsos llevan a las personas a conducirse de una manera determinada antes diferentes situaciones. Y la pregunta por la cual se debe partir es ¿qué emoción siento?. Acá se inicia el proceso más eficiente para determinar, anticipar y modificar las conductas. Hay que colaborar a qué los miembros de un equipo identifiquen qué los impulsó, de dónde vino aquella mala decisión. En este proceso aparece algo muy importante que es la validación, invitar a reflexionar que el sentir de un momento determinado no es igual al ”ser” de esa manera. Si alguien se equivoca no creer que se es malo o que se está equivocado en toda su totalidad. Se valida la emoción y no la conducta, sea cual sea las emociones que impulsan a una acción ellas son valederas. Hay que tener el coraje de la imperfección !!! Hoy está la información necesaria para adquirir las destrezas necesarias para el cambio.
2. ACEPTACIÓN es la otra cosa asociada al proceso del cambio, invitando a tomar conciencia que el cambio es todo un “proceso”, que lleva tiempo lograrlo, que el inicio está en haber conocido y aceptado la información sobre las emociones inspiradoras de las conductas. Este proceso puede tener alti-bajos, momentos de cansancio, de escusas, de enojos hacia otros, pero lo más recomendable es seguir trabajando en un clima facilitador de la CONCIENCIA EMOCIONAL, salir de la fórmula AUTORIDAD=ADIESTRAMIENTO donde el cambio dura muy poco y no permite el crecimiento humano ni se logran los objetivos a largo plazo. Que todos los miembros del equipo tomen el poder de conocerse a sí mismos, ahí está toda la “influencia positiva”, todo el “impacto” necesario para el cambio.
Basado en un reportaje a la maestra y psicóloga Marisa Moya.
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